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Foto del escritorCarmen Bes

Aprende a comunicarte y tendrás el secreto de las relaciones extraordinarias.


¿Has sentido alguna vez que alguien te ha escuchado pero no ha entendido nada de lo que le contaste o parecía entenderte luego compruebas por sus actos que esa conversación no ha tenido el efecto que tú esperabas?


El pan nuestro de cada día. ¿Por qué será tan difícil ponernos en posición de escucha y de apertura hacia lo que el otro tiene que contarnos?


¿Te gustaría resolver los conflictos con rapidez?

¿Te gustaría mostrar más amor y comprensión a tus seres queridos?

¿Te gustaría ofrecer apoyo y ánimo a los demás aunque no sepas como resolver sus problemas?


Aprende a escuchar.




“Ser escuchado y entendido es uno de los mayores deseos del corazón humano. Y aquellos que aprenden a escuchar serán los más amados y respetados”. Richard Carlson.



Shhhh. Escucha.


Escucha lo que dicen las personas de tu alrededor, escucha lo que verdaderamente dicen.

Y si verdaderamente quieres que la otra persona se sienta absolutamente entendida y se genere esa conexión tan maravillosa que parece magia: VALIDA. Valida mucho.


Quizás te preguntas qué es la validación.


La validación es el acto de reconocer y afirmar la validez o el valor de las emociones de la otra persona.


Validar requiere identificar la emoción y ofrecer la justificación a la otra persona por sentir esa emoción.


Voy a poner un ejemplo porque creo que siempre me explico mejor con ejemplos.


Imagina que una amiga te está contando que está preocupada e insegura porque el chico con el que está hablando últimamente no está tan expresivo por WhatsApp y está preocupándose porque cree que ha perdido el interés por ella.

-Seguro que pasa de mí, siempre pasa lo mismo. Hablamos un poco y al final, desaparecen. A este paso voy a acabar quedándome sola para toda la vida.


¿Cuál sería tu primera reacción? ¿Animarla? ¿Tratar de decirle que seguro que le escribe? ¿Decirle que dice tonterías? ¿Decirle que es fantástica y maravillosa y que si ese chico deja de escribirle, él se lo pierde?


¿Qué hay de malo en esto? NADA. Es perfecto que lo hagas.


Quizás tu amiga necesita tus palabras de ánimo y calman su ansiedad durante un rato.


Sin embargo, lo que tu amiga te está contando es algo muy profundo que tiene que ver con sus creencias acerca de no ser suficiente o su miedo a la soledad. Así que si somos realistas, animarla en un momento así demuestra mucho amor pero si quieres ayudar, acompáñala a transitar por esas emociones y conectar con el problema que hay debajo de lo que te está contando.


Cuando validamos a otra persona, la ayudamos a conectar y aceptar con sus emociones.


Ahora es cuando dices, oye Carmen y cómo puedo yo validar si pensaba yo que animando ya estaba haciéndolo estupendamente. Mira, si además de animar, quieres ver qué pasa validando, en este caso:

  • Quizás podrías hacer alguna pregunta abierta desde la curiosidad: ¿Por qué dices eso?

  • Validar sus dudas/inseguridad: Entiendo que te desanimes y te entre miedo respecto al futuro.

  • Seguir preguntando…


Ofrecer validación, antes o en vez de ofrecer consejos o seguridad, suele ser una herramienta muy poderosa para ayudar porque la persona siente que tratamos de conectar con ella.

La validación no implica necesariamente que estés de acuerdo con lo que el otro dice, puedes entender los porqués de la otra persona para sentirse como se siente y a la vez, tener un punto de vista completamente diferente.


Muchas personas suelen atascarse en este punto porque consideran que si validan algo con lo que no están de acuerdo, es como si le diesen la razón a la otra persona y sienten que “pierden”. Y, solo un recordatorio: la vida no va de ganar o perder, en la comunicación o ganamos todos o perdemos todos.


De hecho, es muy diferente validar una emoción que dar la razón. Vamos al ejemplo:


Imagina que una persona piensa que sus amigos no le apoyan, cree que ella se esfuerza mucho por los demás y considera que los otros no hacen nada por ella.


A) Opción no validación: ¡Cómo puedes decir eso! Cada uno hace lo que puede en una relación, no puedes pedir a los demás lo que tú haces.


B) Opción validación: Entiendo que te sientas así, a veces esperamos que los demás funcionen como nosotros y esa expectativa nos genera mucha frustración. (Estoy validando pero no dando la razón, no le estoy diciendo que sus amigos no hagan nada por ella).


Validar lleva implícito empatizar con la otra persona. Si no has conectado con la otra persona es muy difícil comprender lo que está sintiendo.


Validar implica...

  • Escuchar activamente: Este paso requiere que escuches prestando toda tu atención, tratando de ser curioso, no dando las cosas por sentadas. y ¡atención! Requiere que no trates de quitarle importancia a lo que la persona te cuenta. Esto es muy tentador cuando nos cuentan algo doloroso, siguiendo el ejemplo, imagina que cual pitonisa le dices a tu amiga… “no te preocupes, algún día encontrarás al amor de tu vida.” Y sí, probablemente lo encontrará pero en ese momento, solo con escuchar y validar es suficiente.

  • Validar la emoción: identifica la emoción y reconoce que es normal que la persona se sienta así. Otra opción es que si no sabes cómo manejarte con lo que te están contando digas: “sinceramente, no sé ni qué decir. Solo puedo imaginar lo doloroso que debe ser para ti.”

  • Ofrecer a la persona alguna idea que pueda ayudarle. En este paso es importante ser prudente y evitar los consejos no solicitados, para eso puedes preguntar: ¿Hay algo que yo pueda hacer por ti? ¿Te puedo dar mi opinión?

  • Validar de nuevo la emoción o agradecer que la otra persona haya confiado en ti para contarte sus problemas.

Recuerda que todos buscamos la conexión. La conexión da sentido a lo que vivimos.



Es difícil resumir todas aquellas estrategias que pueden ayudarte a comunicarte mejor y por lo tanto a que tus relaciones sean mejores.


Solo espero que la validación a partir de hoy forme parte de tus superpoderes.


Recuerda que si eres capaz de hacer sentir a aquellos a los que escuchan que no tienen nada de lo que avergonzarse, que son dignos de ser, habrás logrado lo más importante: LA CONEXIÓN.


Un abrazo


Carmen





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